Pilar salía muy contenta del Instituto Nacional de Toxicología de Madrid. Allí le han tomado muestras de saliva. Sigue teniendo claro lo que le contó su abuela de pequeña: que es hija de Dalí. "No estaría aquí. Yo me he hecho tres pruebas, con esta va la cuarta y a la cuarta va la vencida", afirma Pilar.

Dice que de las otras tres nunca recibió los resultados. Lo siguiente que toca, según la jueza que atendió su demanda, es tomar muestras de su madre, impedida, y del pintor. Para esto no queda otra que exhumar los restos del artista que se encuentran en el Museo Dalí de Figueras.

"Hasta que no tengamos muestras del pintor va a ser imposible", comenta el abogado Enrique Blánquez. "Este ya ha sido un primer paso", afirma Pilar. La Fundación Dalí, heredera junto al Estado del legado del pintor, ha recurrido la exhumación y pide que antes de hacerla se coteje el ADN de Pilar con el de su hermano para comprobar si son hijos del mismo padre. Pilar es pitonisa, pero lleva más de 10 años intentando resolver el misterio de si es fruto de una relación clandestina entre su madre y Dalí.