Los vecinos de Benamargosa se encuentran divididos por culpa de su párroco, quien ha decidido no bautizar, ni dar la comunión a los hijos de aquellos padres que no acuden los domingos a misa. "Yo vengo a las misas que quiero porque nadie me obliga a venir a misa todos los domingos", reivindica una de las madres afectadas.
Sin embargo, otros habitantes del pueblo sí que apoyan al párroco "yo vengo a defenderlo porque la vivencia mía es muy diferente", comenta otra de las vecinas de la localidad. Pero no es el único apoyo, el caso ha llegado hasta el obispado de Málaga, quien también apoya al párroco amparándose en la duda de si los niños van a ser educados en religión católica. "Se acogen a esto, a que el niño no va a ser educado en religión", comenta una madre.
Aunque no es la única queja que tienen respecto al párroco, los padres también denuncian el trato hacia los más pequeños "que le había tapado los ojos y le había bajado las escaleras con los ojos tapados. Y de castigo le dijo que le iba a meter la cabeza en el váter", atacan unos, "jamás haría algo que perjudicara a un niño" o "simplemente le estaba explicando lo del bautismo", defienden los otros.
En cuanto a la comunión, Jesús Bastante, periodista de Religión Digital, explica que "puede negarse en el caso de que considerase que no estaba suficientemente preparado". Por el momento el párroco se ha negado a hacer declaraciones al respecto.