La Generalitat de Cataluña prepara una normativa que prohibirá fumar en las marquesinas de autobús en un año, por lo que la espera no se podrá acortar con un cigarrillo. Además, tampoco se podrá fumar mientras se toma un café en las terrazas exteriores de los bares.

Con la actual ley, solo está permitido fumar en terrazas que como máximo tengan dos paredes, una normativa que en ciudades como Madrid se incumple en el 80% de los casos. En el caso de Cataluña, en 2020 no se podrá hacer en ninguna.

Los hosteleros creen que esta medida solo servirá para castigar al sector. "Pone en jaque un sector al que ya le costó mucho superar la primera ley", sentencia Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración en Barcelona.

Entre los usuarios son muchos los que aplauden esta medida porque dicen estar hartos de 'comerse' algo que no han pedido al camarero. La legislación, en ciudades como Madrid, se incumple en el 80% de los bares.

"Soy exfumador y no me parece bien que se fume al lado de mí", manifiesta un usuario. "Se agradecería por el hecho de no tener el humo por todas partes", opina otro joven.

"Para mí sería un recorte de libertades", afirma otro hombre. "En la calle yo creo que no hacemos daño a nadie", apunta una fumadora.

Sin embargo, Manuel Viso, médico del Hospital San Rafael, asegura que "el fumador pasivo tiene incluso más riesgo que el fumador activo" porque inhala, además del humo del propio tabaco, el que exhala el fumador.

La Generalitat, además, pretende limitarlo en el interior de los coches que se encuentren en recintos deportivos al aire libre y ampliar el radio en las salidas de los centros escolares.

En Valencia, por ejemplo, están a un paso de que al coger el autobús el único humo que vean sea el del propio vehículo. "La idea es aprobarlo en el pleno de este mes", dice Giuseppe Grezzi, concejal de movilidad del Ayuntamiento de Valencia.

De las 56.000 muertes anuales que se achacan al tabaco en España, 3.000 corresponden a fumadores pasivos.