Juicio rápido
Cárcel y expulsión de Pamplona para 4 personas por robos continuados en San Fermín
La mayor parte de los delitos denunciados durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona, son hurtos. Este viernes, un juzgado de Pamplona ha ordenado la expulsión de cuatro personas por robar durante los Sanfermines.

La mayor parte de las denuncias presentadas durante las fiestas de San Fermín son por hurtos. Cada día, varias personas son detenidas por sustraer carteras o teléfonos móviles entre los miles de personas que cada año acuden a Pamplona a correr los encierros o a disfrutar de alguna de las muchas actividades culturales y conciertos que se organizan a propósito de las fiestas del patrón navarro.
Entre ellas está un grupo de cuatro personas, detenidas el día del chupinazo (6 de julio), cuya intención era robar teléfonos móviles a los presentes. Fueron interceptados, según recoge la prensa local, después de haber cometido ya varios robos, especialmente entre gente que se encontraba en algunos locales del centro de la ciudad. Se trata de dos hombres, de 25 y 38 años, y dos mujeres, de 23 y 32 años, de nacionalidad colombiana.
Los cuatro fueron sometidos a un juicio rápido y este viernes, el juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona los ha condenado: tres de ellos han sido condenados a dos años de prisión, por formar un grupo criminal dedicado al hurto continuado. Una de las mujeres ha sido condenada a 16 meses de cárcel, pena sustituida, no obstante, por una expulsión de seis años de España. Los cuatro tienen, asimismo, prohibida la entrada en Pamplona durante dos años.
Una mujer, aún sin identificar
El día de la detención, los cuatro condenados se encontraban con otra mujer que aún no ha podido ser identificada. Su modus operandi, merodear entre las personas fijándose en sus bolsillos y mochilas. Llegaron a robar varios teléfonos iPhone.
La Justicia ha asegurado que los cuatro acusados y condenados forman un grupo criminal organizado e itinerante, centrados especialmente en sustraer objetos de fácil salida en el mercado negro, como teléfonos móviles, aunque también se dedicaban a robar carteras, dinero en efectivo y tarjetas bancarias.