Agentes de la Policía Municipal tardaron más de dos horas en poner fin a una concentración multitudinaria de jóvenes en Madrid que comenzó a primera hora de la tarde con un macrobotellón. El Parque del Oeste de la Comunidad se convertía en una auténtica discoteca al aire libre para celebrar el final de los exámenes de la EBAU.

"Tenemos ganas de relajarnos después de un duro trabajo durante todo el año", aseguraban ellos. Allí se encontraban muchos sin mascarilla, sin guardar la distancia social y bebiendo en plena calle. Hasta que llegó la Policía, que trató de dispersarlos por la vía pacífica pero se encontró con muchas faltas de respeto y a un buen número de jóvenes con menos ganas de fiesta que de violencia.

Poco después de los primeros intentos por disolver la concentración se comenzó a ver lanzamiento de botellas, piedras y restos del botellón. A medida que avanzaba la tensión, más jóvenes se iban sumando a esta turba, cada vez más violenta. Al grito de "mucha policía, poca diversión", algunos aprovechaban para echar el último trago en mitad de los ataques que los municipales trataban de contener.

Los agentes consiguieron avanzar y empezaron a arrestar a algunos jóvenes, pero la batalla contra la Policía continuaba. Había quienes incluso pedían explicaciones a los cuerpos policiales por expulsarles de la zona, pero también quienes no se amedrentaban al atacar desde primera línea. La violencia alcanzó tal nivel que hasta el cámara de laSexta tuvo que protegerse.

"Cuidado, que llega", advirtió uno de los agentes al equipo de periodistas de la cadena. La Policía, por su parte, continuaba tratando de dispersarlos y efectuando las detenciones. Aunque consiguieron que se retirasen del punto donde se encontraban concentrados, lo hicieron para trasladarse con sus botellas a otras zonas cercanas.