Llega un calor que se une a la sequía y que dispara el riesgo extremo de incendios. En Ávila se ha decretado la emergencia por sequía; los embalses de los alrededores están al 44% de su capacidad cuando el año pasado estaban al 90%.

Madrigal de las Altas Torres, Ávila, es una de las comarcas más afectadas por la sequía. En los campos de cultivo y cereal debería haber matas de cebada, pero el invierno, y especialmente la primavera, han sido tan secos que parte de las cosechas se han echado a perder.

La situación en los embalses no es mucho mejor; uno de los más grandes de la provincia no llega al 30% de su capacidad.

Los agricultores cifran las pérdidas en 50.000 euros por cada 100 hectáreas en una zona en la que más de la mitad de la población vive de ello.

Gregorio nos enseña con tristeza como está su campo. "Debería de haber amarillo, y el color es marrón, se ve la tierra", dice mientras enseña los cultivos. Y es que la sequía ha echado su temporada a perder. "Este año tenemos un 60% menos de cosecha que el año pasado", explica.

La falta de agua en zonas como ésta de la provincia de Ávila conllevará pérdidas de hasta 1.000 millones de euros, según ASAJA. Estamos a mediados de julio y no llueve.

"Puede llover pero de manera muy puntual y muy concentrada, por lo que no solucionaría el problema que existe de sequía meteorológica", explica Joanna Ibars, meteoróloga de La Sexta.

La imagen que nos deja el embalse de Cogotas es, cuanto menos, desoladora. El ritmo de descenso del nivel del agua es de dos puntos a la semana y el embalsado actual es de 27,8% mientras que en 2018 superaba el 85%.

Las rocas marcan a modo de recuerdo por donde llegaba el agua hace tan sólo unos días; y la pesca pocos frutos da. "Antes se pescaba más y mejor", dice un vecino de la zona.

En Ávila capital se ha declarado el estado de emergencia por sequía. Gestos como pulsar el botón de una fuente van a ser complicados; los jardines de la muralla están secos y no se regarán durante todo el verano.

Esta es la zona cero de la sequía de este 2019, pero no la única. La reserva total en España es tan sólo del 53% y las cuencas del Tajo, Guadiana y Guadalquivir no superan esa cifra; la del Júcar no llega al 40% y la del Segura sólo alcanza el 27%.

Poca agua y poca lluvia para un verano en el que controlar más el consumo de agua.