A ladridos. Así avisó Issis, una perra policía de los Mossos d'Esquadra de seis años, de que había encontrado el cadáver de Irina, asesinada presuntamente por su pareja en Lleida a mediados de diciembre.

"Nosotros no veíamos nada. Ella marcó y ladró", explica Marc González, agente de la unidad canina de los Mossos con la especialidad en búsqueda de personas vivas y restos humanos. Su compañero Víctor Carrillo, el sargento que coordina la unidad, detalla qué necesitan estos perros para ser los mejores en su trabajo. "Cuanto más parecido sea su morro al de un lobo, mejor será para la detección de olores", asegura.

La clave del adiestramiento, además, son "horas de trabajo", pero jugando. Las "ganas de jugar" del canino son fundamentales.

Este pastor belga malinois detecta la sangre en pocos segundos y suele coincidir con Miki, el border collie más elogiado por resolver casos difíciles. Aunque ya tiene una edad y está a una pata de la jubilación.

Esta patrulla canina está compuesta por más de 51 efectivos y cada uno tiene su especialización: explosivos, drogas, billetes, armas, personas...

La joven Ran, como se puede ver en el vídeo principal, encuentra una pistola. "No se mueve hasta que no le doy la orden, para que me deje claro dónde está", dice Carles, de la brigada de estupefacientes. En un operativo llegó a sorprender a los propios detenidos: halló en el suelo falso de un coche gran cantidad de dinero en efectivo.

La brigada canina ha resuelto más de 2.200 actuaciones en 2022, lo que demuestra su éxito. Y para esto, explican, es fundamental "el vínculo emocional". "El perro pasa a ser parte de tu familia, además de ser compañero de trabajo", detalla el sargento Castillo.