Un joven de 37 años perdía la vida este domingo en aguas del río Miño, en una zona de fango. La voz de alarma la dieron sus amigos cuando comprobaron que tras darse un chapuzón no volvía a la superficie.
Otras dos personas más perdían la vida en aguas gallega, en concreto en la playa de Porto do Son, donde no hay vigilantes y fueron los propios bañistas los que intentaron salvar a un joven de 31 años, como consecuencia una persona está ingresada.
Ya son 20 las personas que han muerto ahogadas en lo que va de Julio. Cuatro más que en todo el mes pasado. Alarmante también es la cantidad de niños que se han ahogado en estos primeros días del mes, en total ocho. Los servicios de emergencias alertan de que los descuidos están detrás de estos accidentes.
Y es que son muchas las precauciones que hay que tener en cuenta a la hora del baño. Pero sobre todo algo muy sencillo: sentido común. Por ello, alertan de estar pendientes de los niños en durante el baño, aunque sea en una piscina de poca profundidad, o del color de las banderas, ya que su función es justamente esa, prevenir este tipo de tragedias.
Toda atención es poca para evitar que las vacaciones se conviertan en la peor de las pesadillas.
LA CAUSA PRINCIPAL: LOS DESCUIDOS