Anour y su novio huyeron del horror. Fueron perseguidos únicamente por ser homosexuales. "La familia entera me ha repudiado. No tengo remedio y nadie me ha ayudado", cuenta a laSexta. Anour es argelino y, después de años calvario y opresión, se decidió a probar suerte en España.

Llegó a Melilla en febrero 2015; desde entonces, vive en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Asegura que allí puede hablar abiertamente de su condición sexual sin temor. "Según ellos, no soy normal, no soy un hombre. Soy un pecador y me deberían matar", explica Anour.

No obstante, hace varios meses conoció a Mohammed, un chico marroquí de 26 años que no se atreve a dar la cara. Mohammed ha recibido insultos de su propia familia. Incluso, asegura que le han llegado a amenazar de muerte. Ahora han iniciado los trámites para casarse.

Aunque todavía no tienen la solicitud de asilo concedida, son un ejemplo de los muchos homosexuales que tan sólo buscan vivir tranquilos. Según denuncian asociaciones marroquíes en el último año se han denegado 150 peticiones de asilo por su orientación sexual.