No eran sólo sombras en el mar, se llamaban Ibrahim, Daouda o Armand. Estos son los nombres de algunas de las 15 vidas ahogadas el 6 de febrero de 2014 frente a la costa de Ceuta. La injusticia les despojó entonces de sus vidas. Hoy, un año después, de su identidad.

Patricia Fernández, abogada de la ONG Coordinadora de Barrios ha explicado que "en España hay cinco cuerpos, cuatro de ellos no están todavía identificados". Y esas cuatro personas permanecen enterradas en Ceuta. Sin nombres ni apellidos, bajo un número. 

Helena Maleno denuncia "esa impunidad después de un año, y que nada haya cambiado". Algunas familias, como la de Larios Fotio de sólo 19 años, ni siquiera se han podido despedir de sus seres queridos. Su hermano Frerick, en Camerun, cuenta que "lo han enterrado sin que hayamos podido velarlo. Eso es lo peor de digerir".

Y todo porque se tardó demasiado en recuperar los cuerpos. Juan Luis Sánchez, subdirector de 'eldiario.es', afirma que "al ver los cadáveres en el agua, los mandos dijeron no recogerlos, no auxiliarse". Por qué no lo hicieron. Preguntas sin respuesta que deberá resolver la investigación, ahora de nuevo en manos del juzgado nº 6 de Ceuta.

Las familias de las víctimas esperan que les permitan personarse en la causa. Buscan justicia para sus muertos, pero sobre todo que les devuelvan sus nombres y su dignidad.