El Consell Comarcal de Alt Empordà ha organizado una serie de actos para conmemorar el primer aniversario del fuego que arrasó 10.000 hectáreas y costó la vida a cuatro personas.
El Consell ha organizado un acto institucional al que se ha invitado a los alcaldes de la comarca y a los representantes de diferentes estamentos que participaron en las tareas de extinción.
Con motivo de este aniversario y para concienciar sobre los efectos del fuego se ha inaugurado en la localidad de Darnius una exposición con unas 500 imágenes de los 18 municipios afectados, y se han creado tres itinerarios para visitar las zonas arrasadas.
Diferentes restaurantes de la zona ofrecerán hasta septiembre el denominado "menú del fuego", y el martes está prevista una mesa redonda en Figueres en la que se recordará a Arturo Oliveras, uno de los fallecidos. Oliveras murió al sufrir un ataque al corazón cuando las llamas amenazaban su casa. Además, un padre y su hija de nacionalidad francesa murieron ahogados al lanzarse al mar cuando huían del fuego y otro ciudadano francés murió en el hospital de Vall d´Hebron a consecuencia de las quemaduras sufridas.
Desde el Ayuntamiento de Campmany, afectado un 99.9% por el fuego, se considera que poco se puede hacer "más que concienciar a la gente para que tenga cuidado y una mayor sensibilidad".
Uno de los fuegos se originó en el municipio fronterizo de Portbou por el lanzamiento de colillas desde la ventanilla de algún vehículo que circulaba por la carretera N-206, mientras que el segundo frente, que fue el mayor, comenzó en un aparcameinto de La Jonquera , también por el lanzamiento de colillas.
El Gobierno y la Generalitat anunciaron hace unos meses que se invertirán unos 3.6 millones de euros a partes iguales para repoblar y prevenir incencios en la zona, que causaron daños cifrados en unos 143 millones.
Estas labores de prevención ya se han iniciado y se distribuyen a lo largo de más de 140 kilómetros de caminos, donde también se incluye la puesta al día de puntos de abastecimiento de agua.
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