Silencio en el PP andaluz tras los ataques furibundos por acceder a entregar los informes a Vox de los trabajadores de violencia machista. Es la estrategia del partido de Abascal: mantener la tensión con PP y Ciudadanos, que de momento han defendido que todos los trabajadores tienen la capacitación necesaria.

El Gobierno exige firmeza a la Junta de Andalucía contra la violencia machista: "La Junta debe ser más firme en defensa de su profesionalidad porque está en cuestión la seguridad de las mujeres", afirma Carmen Calvo en Twitter.

Mientras, el presidente andaluz sigue guardando silencio sobre las polémicas listas de trabajadores que su Ejecutivo ha enviado a Vox: 130 empleados, desglosados por profesiones, de los que la mitad, dicen, no están colegiados. Ortega Smith denuncia que "lo que no puede haber es enchufados y colocados a dedo por cuestiones políticas".

Desde el Gobierno de Andalucía, les recuerdan que no estar colegiado no significa no ser titulado y rebajan esa cifra. Juan Marín defiende que los trabajadores "tienen toda la preparación y capacidad necesaria para desarrollar su trabajo". "Otra cuestión es que el señor Serrano le haya trasladado un documento en el que le informa de cuántas de esas personas están o no colegiadas".

Para la oposición, las exigencias de Vox son la consecuencia de que PP y Ciudadanos hayan "cedido a su chantaje". "Me parece bochornoso que en estos momentos el Gobierno de Andalucía esté secuestrado y supeditado a los intereses de la ultraderecha".

Recibidas las lista andaluzas, Vox anuncia su intención de extender esa petición a toda España.