El presidente gallego Alberto Núñez Feijóo exigía al Gobierno detalles sobre el cálculo del nuevo Cupo vasco: "Sobre cómo una comunidad autónoma hace las cuentas directamente con el Estado porque el resto de presidentes autonómicos tenemos derecho a saber".

Abría así una grieta en el PP en la que ha preferido no abundar y la dirección ha tratado de quitarle hierro: "Me parece una posición muy razonable que cuando algo no se entiende se pida una explicación" ha defendido Javier Maroto, vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP.

Pero hay otras voces de su entorno que también han cuestionado el cálculo. El principal experto al que el Gobierno consulta en temas de financiación, Ángel de la Fuente, cree que los vascos van a recibir más de lo que corresponde: "Estoy pidiendo la letra pequeña y los detalles porque me resulta rara la cifra".

Un argumento que Ciudadanos utilizaba en el Congreso para descalificar el acuerdo: "No responde a un cálculo técnico sino un amaño político" defendía Albert Rivera.

Desde el PNV, su portavoz Aitor Esteban desmiente que el acuerdo para el nuevo Cupo implique un apoyo a los próximos Presupuestos Generales del Estado y le da la vuelta al argumento: "¿Se estaba discutiendo realmente el Cupo? No, era un arma arrojadiza entre PP, Ciudadanos PSOE y Podemos en una guerra política que se llama competición para lograr una mayoría parlamentaria en el gobierno español".

El Cupo ya está aprobado. Ahora el resto de comunidades exigen que se aborde cuanto antes la financiación de las de régimen común.