La maniobra urbanísita que permitió levantar un hotel a pocos kilómetros del parque Warner la lideró Granados y fue presuntamente delicitiva según la Fiscalía, que lo dijo así de claro. "En el proceso de enajenación de la parcela, y por parte de las autoridades y funcionarios del municipio, se podría haber incurrido en los delitos de prevaricación, tráfico de influencias, cohecho y, en su caso, malversación de caudales públicos."
Sin embargo la causa se archivó hace ahora dos años y medio no por falta de pruebas, si no porque los delitos habían prescrito. Lo denunció Margarita Peña, antigua concejala socialista de Valdemoro. "Verifiqué que se había adjudicado de una manera que a mí me pareció en ese momento irregular".
Las cinco empresas que optaron a la venta del solar en subasta restringida y Francisco Granados tenían un elemento común, el constructor estrella del pueblo, David Marjaliza, amigo de la infancia del senador y antiguo presidente de Nuevas Generaciones.
"La vinculanción con el partido popular no es sólo como empresa de construcción que ha trabajado mucho en el ayuntamiento, sino también por militar y ser cargo público de ese partido", explica Javier Gómez, portavoz de Izquierda Unida en Valdemoro.
Ahora Hacienda ya investiga si el dinero suizo de Granados tiene origen lícito.