Diez años después se van desvaneciendo las dudas sobre la autoría del atentado del 11M.El juez que presidió el tribunal, Javier Gómez Bermúdez, ha visitado el programa 'Al Rojo Vivo' y ha explicado que "se sabe" quién estuvo detrás y que no existen "dudas". 

Además, el juez ha destacado que la investigación y el proceso fueron municiosos, "con la vigésima parte de pruebas que había en este proceso condenábamos a los miembros de ETA porque no era necesario tener más". 

En los días posteriores al ataque, el Gobierno no dudó en abrazarse a otras teorías. Ante los medios de comunicación, el portavoz del Ejecutivo de Aznar, Ángel Acebes, afirmaba en 2004: "Las fuerzas y cuerpos de Seguridad y el ministerio del Interior no tienen ninguna duda de que el responsable de este atentado es la banda terrorista ETA". 

La inmolación de parte de los terroristas en el piso de Leganés dejó a la investigación sin muchos de los testimonios clave en el asunto. 

Los expertos rebaten a quienes dudan de que unos simples ciudadanos orquestaran semejante atentado. La conexión entre ETA y el yihadismo fue alimentada por el minero que suministró los exlosivos, según sostuvo en el periódico 'El Mundo' se consideraba "una víctima de un golpe de Estado encubierto tras un grupo de musulmanes". No obstante, las portadas de este diario fueron desinfladas por él mismo, "mientras 'El Mundo' pague yo les cuento la Guerra Civil". 

Desacreditadas las dudas en torno al explosivo, incluso quienes la abonaron dejan poco margen a la conspiración. Así lo expresó Pedro J. Ramírez ante Jordi Évole al considerar improbable la participación de ETA en los atentados del 11M.

No obastante, todavía hay quienes siguen dudando, como es el caso del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. 

Desde otras formaciones políticas, como Izquierda Unida, su coordinador federal, Cayo Lara, apuesta por pasar página. "Se debe dar carpetazao definitivo a la teoría de la conspiración", una teoría que diez años después pierde pujanza.