Si el conflicto soberanista tiene un punto de inflesión, es el día 10 de julio de 2010. No se celebra el día de Cataluña pero el Constitucional acaba de tumbar el Estatut y un millón de personas toma el centro de Barcelona. Convergencia i Unió y PSC, entonces al frente de la Generalitat, se reparten la cabecera de una manifestación que tiene un lema: somos una nación.
Esta consigna, es idéntica a la posición del que poco después se convertiría en President. En palabras de Artur Mas, "Cataluña se cree que es una nación dispuesta a defender su presente y su futuro".
Desde entonces, hasta la Diada de Este año, ¿Qué es lo que ha ocurrido? Cada vez el furor ha ido creciendo más. En 2012 tuvo lugar la gran exhibición de músculo independentista. La estelada se impone claramente a la senyera. Los políticos le ceden la cabecera a los manifestantes -un millón y medio según la Guardia Urbana- que gritan por la secesión.
Un año más, 2013, y un grado más. La manifestación sale de Barcelona y se extiende por toda Cataluña. Otro millón y medio de personas forman una espectacular cadena humana. Fue antesala de los últimos 365 días, 12 meses llenos de desencuentros. El 13 de agosto de 2014 Artur Mas afirmaba que "no hay planes A, B, C, D ni E, sólo uno: votar". Mariano Rajoy tampoco proponía soluciones y lo hacía diciendo: "No sé qué ocurrirá el 9 de noviembre, pero el señor Mas ha dicho que no hará nada ilegal".
La última página de prólogo ha sido la de Artur Mas haciendo una ofrenda floral en el Fossar, símbolo del independentismo, el lugar que años tras año ha visto arder fotos del rey y banderas de España y donde en democracia no se recuerda a un Presidente de la Generalitat conmemorando nada.
MIENTRAS, IMPERAN LOS DESENCUENTROS POLÍTICOS