Podría ser el mayor hallazgo del Caso Gürtel. Un depósito bancario que dispara los ya habituales fondos millonarios que habría acumulado la red.
Son seis las cuentas sospechosas que busca el juez Ruz. Están a nombre de dos misteriosos testaferros, el español Manuel Roel y el argentino Walter Manuel. Y es en el Banco Pastor, ahora Banco Popular, donde acabó la brutal cantidad de dinero. Entre 2006 y 2010, llegaron a mover 460 millones de euros.
Llega hasta aquí por un presunto ingreso de Amando Mayo, supuesto gestor de Correa, a Luis del Rivero, expresidente de Sacyr. Los dos están imputados, el primero en Gürtel y el segundo en el caso Bárcenas.
Pero a pesar de los llamativos movimientos el Banco Popular no dio ningún aviso, como debería. "Estas entidades bancarias están dispuestas a atravesar un mal momento por el riesgo de que sean imputados de un delito de desobediencia antes que contar la verdad", afirma la abogada Isabel Elbal.
La falta de colaboración está acabando con la paciencia del juez Ruz: "Una falta de congruencia entre las explicaciones ofrecidas por la entidad para justificar tal omisión documental". Se refiere a Bankia. Su malestar es tal que llegó a ordenar la entidad próxima al domicilio Bárcenas. Su director ha acabado hablando. Rosalía Iglesias ingresó en 2006, medio millón de euros en efectivo.
Bankia se saltó la ley y tampoco dio aviso. "El delito de incumplimiento supone que se puede sancionar a aquellos que no colaboran con la Justicia para intentar evitar la información que requieran los organos judiciales", explica el abogado Benítez de Lugo.
El último paso de Ruz, citar a declarar a Bárcenas. Su última oportunidad para desvelar quién y por qué habría nutrido sus cuentas suizas.