Un proceso penal con dos acusados y 19 testigos para juzgar una protesta universitaria que ocurrió en 2011. Rita Maestre ha defendido que aquella fue "una propuesta pacífica".
Una protesta, ha insistido, que no fue ni contra la Iglesia Católica, ni contra los sentimientos religiosos. "Creíamos no tiene demasiado sentido que en una universidad pública haya capillas católicas", ha declarado Maestre. Protesta a la que se unió de forma espontánea y en la que no niega su participación: "Me parece que enseñar un torso desnudo no tiene que ser una cosa ofensiva".
Pero por la que no siente reparo en pedir perdón al que se hubiera sentido ofendido. Como el capellán de la Capilla, que ha dicho que se sintieron disgustados e impotentes: "Ofendía el modo, llenar tanta gente la capilla, filmando…". Sólo ella y su compañero de partido están acusados.
Les piden un año de cárcel por ofender los sentimientos religiosos, una pena que no le obligaría a entrar en prisión pero que sí le supondrían antecedentes penales. Ante la juez no ha podido esconder los nervios por un proceso que cinco años después, algunos piden que acabe con su carrera política.