Mariano Rajoy ha inaugurado el debate sobre el estado de la nación con un alegato inicial plagado de ilusión y optimismo. El presidente del Gobierno ha intercalado previsiones macroeconómicas con el anuncio de algunas medidas, sobre todo laborales, que buscarán apuntalar el crecimiento tantas veces pregonado.  Sin embargo, los brotes verdes no terminan de refrescar el grisaceo paisaje de la crisis española, y parece que esto no esto va a cambiar.

En esta tesis se apoyaba el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando preguntaba a Mariano Rajoy: "Señor Rajoy, ¿en qué país vive usted?". Rubalcaba abría con esa pregunta su intervención en el debate sobre el estado de la nación, para desglosar a continuación otros titulares de prensa sobre "la vida de los españoles" y las palabras de Rajoy.

Rajoy ha entrado en el juego. Ya se sabe, exigencias del guión.  El líder de los populares ha considerado que la intervención de su opositor "no ha sido la alegría de la huerta". Rajoy ha iniciado así su respuesta al discurso de Rubalcaba y a continuación ha contestado a la pregunta, retorica, de Rubalcaba. El líder del Ejecutivo ha aseverado que vive en una España bien distinta de la que heredó del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La herencia recibida siempre debe estar presente.

"No tiene ningún sentido que suba a esta tribuna con un discurso apocalíptico"

"No tiene ningún sentido que suba a esta tribuna con un discurso apocalíptico que nada tiene que ver con el interés general de España y con lo que se está debatiendo", sentenciaba el presidente.

La tragedia en Ceuta también ha servido como arma arrojadiza para ambos líderes políticos. Rajoy ha pedido al líder del PSOE que su partido abandone la "demagogia" ante los sucesos relacionados con la inmigración ilegal.  Rajoy ha hecho esta petición a Rubalcaba en su respuesta a las críticas del secretario general del PSOE al Gobierno por la muerte de una quincena de inmigrantes cuando intentaban acceder a Ceuta.

En el nuevo turno de réplica, Rubalcaba ha dejado de lado la actualidad del día a día para hablar de historia. El líder del PSOE ha dicho que nunca ha conocido a un presidente del Gobierno como Mariano Rajoy, "tan pagado de sí mismo" y que "presuma" tanto teniendo "tanto sufrimiento debajo". "¿De qué presume?", le ha interpelado directamente, para insistir después en si presume del millón de puestos de trabajo que se han perdido en su mandato, de las ayudas que se han quitado a las familias por la dependencia, por subir la deuda pública a niveles desconocidos o por subir los impuestos a las clases medias como nunca en la historia de la democracia.

Políticas europeas para gobernar el país
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha instado a Alfredo Pérez Rubalcaba, a presentarse a las próximas elecciones europeas de mayo si como dice, cree que todos los problemas se resuelven y se han resuelto desde la Unión Europea (UE). "Si todo lo arregla el Banco Central Europeo y todo se decide en Europa, como usted dice, podría presentarse a las elecciones europeas para resolver los problemas de nuestro país".

El presidente se ha pronunciado así después de que Rubalcaba haya insistido en los cambios en la economía española se han derivado de las políticas impuestas por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

Rajoy ha reprochado a Rubalcaba su "demagogia" por recriminar al Gobierno su gestión económica cuando el PSOE no fue capaz de crear empleo y riqueza cuando estaba en el Gobierno. Según el presidente, Rubalcaba se contradice al afirmar que el cambio se ha producido gracias a Draghi.

"Luego se ha producido algún cambio, por tanto, en esa afirmación se contradice", ha dicho Rajoy, que ha advertido al líder del PSOE de que la "demagogia nunca es buena consejera" cuando viene de quien congeló las pensiones, eliminó el cheque bebé y no fue capaz de hacer una política económica que generara empleo y contribuyera a la recuperación. Una vez más, el concepto de demagogia resuena en el Congreso.