Demanda por su honor

El rey emérito advierte: "hay cosas que no tolera más" pero mantiene en vilo a Revilla al no aclarar si le sentará en el banquillo

¿Por qué es importante?
Aunque desde que se anunció su demanda contra el expresidente de Cantabria por expresiones injuriosas, difamantes y oprobiosas", el rey emérito ha guardado silencio. No aclara si seguirá con su denuncia y acabará sentando en el banquillo a Miguel ángel Revilla, aunque su entorno asegura que no todo vale.

El rey emérito Juan Carlos I navegando en Sanxenxo.

Al expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quiere que el rey emérito declare en el juicio contra él o que se anule. Eso, si llega a celebrarse la apertura de juicio oral por las presuntas "expresiones injuriosas, difamantes y oprobiosas" que Revilla habría vertido sobre Juan Carlos I entre mayo de 2022 y enero de 2025 en diferentes entrevistas e intervenciones públicas.

Y decimos si llega a celebrarse el juicio porque, a la hora de publicar este artículo, don Juan Carlos no ha movido ficha. No ha hecho ninguna declaración ni ha dado atisbo de nuevo movimiento desde que diera plantón a Revilla, no acudiendo al acto de conciliación previo. Eso sí, según asegura 'El Confidencial Digital', el emérito sí que habría dado un golpe sobre la mesa con la intención de poner límites en torno al respeto sobre su persona. "Hay cosas que no tolera más", aseguran que habría expuesto.

Pero Revilla no se ha quedado atrás. Tiene claro que si el rey emérito acaba de declararle la guerra, sentándole en el banquillo de los acusados, él y su abogado pedirán que Juan Carlos acuda presencialmente a los juzgados. De no hacerlo, no dudarán en solicitar la nulidad del proceso. "Tendrá que venir el rey. No vamos a ir a hacer una entrevista a Abu Dabi, con el calor que hace", dijo este martes el expresidente de Cantabria en una entrevista en el 'El Hormiguero'.

"Si el demandante no viene al juicio", ha explicado el político, su abogado "va a decir que tiene que decaer el juicio, porque no podrá contestar a las preguntas que le vamos a hacer".

Por el momento, y teniendo en cuenta sus palabras, no parece probable que el emérito vaya a dar marcha atrás con su demanda. Se ha tomado esto como una cruzada personal contra su honor. "He callado mucho, pero hay cosas que no tolero más".

Un enfado que ya evidenció hace apenas cinco días, cuando dejó a Miguel Ángel Revilla en el acto de conciliación. En esta misma reunión, el expresidente cántabro se negó a rectificar sus palabras, aunque sí que ha reconocido que alguna vez se ha pasado de frenada. "Es verdad que a veces me excedo en el léxico. Yo tendría que haber dicho siempre presunto corrupto, pero alguna vez se me ha escapado corrupto", lamentó en 'El Hormiguero'.

Mientras espera a ver qué pasa con su proceso judicial, sigue confiando en que la demanda del exmonarca no le suponga una avería para su bolsillo. "Pues imagínate qué avería. Yo no soy ningún potentado. Tengo para pagarlo y desde luego no voy a dejar de comer, como todos los días". Pero insiste en que él no ha mentido.