La última sesión plenaria ha transcurrido impregnada de tensión política y así va a ser la semana que queda para que venza el ultimátum de Rubalcaba a Rajoy, el Secretario general del PSOE ha avisado, "si el Grupo Popular vuelve a negar la comparecencia del presidente del Gobienro, presentaré una moción de censura".

El próximo miércoles, el PSOE podría presentar la moción de censura si cuenta con tres requisitos, necesita el apoyo de 35 diputados, algo que tiene de sobra, un programa alternativo y un candidato a la presidencia del Gobierno.

No obstante, Rubalcaba parece no tener tan claro el último punto, "no quiero sustituir al presidente del Gobierno, quiero que venga a la Cámara", expresó este martes.
Pero ni aún así se garantizarían las explicaciones de Rajoy en el Parlamento, porque no estaría obligado a participar en el debate, ni tendría por qué asistir si no lo considera necesario. Al respecto, el popular Rafael Merino ha afirmado que "nada ha cambiado".

A pesar de lo que el PP se empeñe en demostrar, está claro que algo sí ha cambiado porque el de discurso del Presidente demuestra una modificación implícita. A la pregunta de un periodista sobre si alguien le está intentando chantajear, en marzo respondió "con absoluta franqueza" que no. Sin embargo, ahora ha pasado a afirmar que el "Estado de Derecho no admite chantajes".

Pero antes de acudir al Parlamento, el Presidente parece dispuesto a permitir que la moción de censura siga sus pasos y que Rubalcaba se ponga a prueba ya que, de momento, tiene poco apoyo. El este sentido, Durán i Lleida se muestra partidario de que no tenga lugar, "ojalá podamos evitar una moción de censura". 

En la situación contraria, Rosa Díez la considera una ocasión para hacer hablar a Mariano Rajoy, "es la única oportunidad que tenemos". Soraya Rodríguez lo ve como "un claro ultimátum al Gobierno".

Si finalmente la moción sigue adelante, el próximo paso depende de la mesa del Congreso, que debe poner fecha al debate, en plenas vacaciones.

La primera opción sería la Semana 29 julio al 2 de agosto, o a partir de septiembre cuando se reanude la actividad parlamentaria y Rajoy vuelva a someterse a las habituales sesiones de Control.