La propuesta de Pedro Sánchez, lejos de acercar posturas con las fuerzas de izquierdas, ha agrandado las diferencias. Podemos ve una gran similitud entre el documento que les han remitido este lunes y el firmado por Pedro Sánchez y Rivera. "Lo hemos leído con una sensación de deja-vú, este documento ya lo habíamos visto", ha explicado Iñigo Errejón.
Ciudadanos ve lógico que Podemos no se quiera unir a al pacto y advierte a Sánchez de que cualquier modificación en el acuerdo que firmaron tendrá que tener su aprobación. "Lo que firmamos es un contrato y si se quiere modificar tendremos que estar las dos partes de acuerdo", explica Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos.
Y mientras el PSOE les acusa de no habérselo leído. "No ha habido ninguna intención de examinar ni de leer el documento ni mucho menos de sentarse a hablar. Si hubiera esa intención no se harían esas manifestaciones", ha dicho Antonio Hernando, portavoz del PSOE.
El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, intentaba ser un poco más conciliador: "Me comprometo a impulsar las cuestiones que no estén en el acurdo y que compartamos".
Pero las críticas más duras esta vez vienen desde Compromís y En Marea que acusa a los socialistas de chantaje para conseguir la investidura. "No entendemos que a última hora se haga este chantaje para comprar nuestros votos", ha dicho la portavoz de En Marea, Alexandra Fernández.
Por su parte Joan Baldoví, de Compromís, ha explicado que "o con Ciudadanos o un acuerdo progresista, tendrá que decidir a partir del día 5". Y Alberto Garzón mediante un tuit ya ha anunciado la posición negativa de su partido.
Sánchez recoge negativas a sus ofertas, pasan las horas y la cuerda de la investidura cada vez está más tensa.