Pedro Sánchez se ha sentado junto a Pablo Moto en 'El Hormiguero' para repasar la actualidad política del país. El nuevo secretario general del PSOE ha reivindicado su trabajo definiéndolo de "apasionante y divertido”. Sánchez ha contado que hace dos años y medio dejó la política porque estaba decepcionado, incluso con algunas cosas que vio en su partido. "Yo volví a la política para cambiarla, porque creo que merece la pena", afirma.
El líder socialista cree que su partido ha mejorado desde su llegada y ha intentado en todo momento desmarcarse de políticas "populistas". "Queremos liderar un partido útil, limpio, constructivo y al servicio de la gente. Muchas veces se dice que no hay que pagar la deuda pública, eso como titular está estupendo pero si a una familia le dicen que no pague la hipoteca sabemos lo que hará el banco… con el Estado pasa igual. Yo quiero justicia social con propuestas constructivas, no destructivas".
"Muchas veces se dice que no hay que pagar la deuda pública, eso como titular está estupendo"
La frase de la deuda pública hace alusión a Pablo Iglesias, pero Sánchez quiere despejar las dudas de su posicionamiento: "Mi adversario es la derecha. Quien está desmantelando la Educación pública es Rajoy".
"Yo escucho a algunos de estos nuevos políticos que le dicen a Sabina, que no se dedique a la política, que componga música. Yo creo que la nueva política es que la cultura participe en la política, necesitamos más compromiso social", argumenta Pedro Sánchez que vuelve a esquivar la pregunta de si por "populistas" se refiere a Podemos. El político madrileño considera que el PP "no le dará un céntimo a quienes lo pasan mal y los populistas proponen una renta básica de 1.200 euros". La propuesta del PSOE es crear prestaciones por desempleo para familias con hijos a cargo.
Tras la insistencia de su interlocutor Pedro Sánchez accede a hablar de Podemos, y afirma sobre la agrupación de Pablo Iglesias que le gustaría saber "cuáles son sus propuestas para construir, los proyectos que se construyen con la descalificación del adversario no son proyectos que merezcan la pena".