El movimiento Nunca Máis ha congregado a miles de personas en distintas localidades gallegas y ha justificado su regreso a las calles por la necesidad de un "grito de justicia" ante el fallo con el que se ha cerrado el macrojuicio por la catástrofe medioambiental del 'Prestige' de 2002.
"Volveremos a las calles y a las plazas", ha dicho en la capital gallega el actor Federico Pérez, al dar lectura a un manifiesto que ha tenido eco en los diferentes puntos donde se han celebrado concentraciones y ha comentado que esta es la "consecuencia obligada por las circunstancias".
El tribunal que ha juzgado la tragedia ecológica provocada por el hundimiento del vetusto petrolero, de casi tres décadas de antigüedad, ha absuelto de los principales delitos a los tres acusados en este proceso, el capitán, Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors, y ha eximido al Gobierno español de sufragar los daños que se le reclamaban.
La sentencia establece que no existe responsabilidad penal por lo que ha exculpado de los destrozos del fuel a los tres acusados, aunque sí ha condenado al capitán, Apostolos Mangouras, a nueve meses de prisión por un delito de desobediencia grave.
En la compostelana Plaza del Toural, donde se han concentrado más de mil personas, Federico Pérez ha aludido esta noche a la "indignación ciudadana" y se ha preguntado "dónde está la justicia" para añadir que quizás, en pleno siglo XXI, "solo nos quede la justicia por la mano" a la que se refería la poetisa Rosalía de Castro en sus versos.
La protesta es, ha indicado, "la reacción natural de la sociedad frente a la injusticia" por la "impunidad total" y ha lamentado que al final "estemos solos, el mar, el barco y nosotros".
Su intervención, ante una enorme bandera con el logotipo de Nunca Máis, ha ido seguida de gritos de "incompetentes", "ilegalizar al Partido Popular" o "nuestra ruina, España es", en un escenario aderezado con un cartel con las fotografías de los responsables del Gobierno en el tiempo de la "marea negra".
El portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, ha asegurado que estamos "ante un segundo naufragio, el de la justicia" y ha avanzado que su organización política agotará todas las vías posibles "para conseguir justicia ante el despropósito que supone la sentencia".
"No podemos asumir que quede impune llenar nuestra costa de chapapote", ha remarcado. En A Coruña, aproximadamente tres mil personas con pancartas y la bandera de Nunca Máis han tomado el Cantón Grande donde han protestado contra la sentencia del Prestige y han gritado que "los políticos siempre se libran" para preguntarse "quiénes son los culpables".
En Vigo, otras mil personas se han concentrado ante el museo Marco, con una pancarta -'Nunca Máis. Dignidade'- y han protagonizado una pequeña manifestación por las principales avenidas, al son de los tambores y de una banda de gaitas.
Las consignas han sido similares y en esta ciudad Xosé Sánchez ha ejercido de portavoz de la plataforma para recordar que "sigue en pie la dignidad" puesto que "no podemos resignarnos a que no haya ningún culpable".
Francisco Lueiro, representante de Arco Iris, ha criticado una instrucción "llena de irregularidades", por la falta de medios del juzgado coruñés de Corcubión, y la "infumable sentencia" dado que éste debe ser el "único caso" en el mundo de tales características "sin culpables".
Además, ha recriminado que no se perciba la separación de poderes con una "justicia demasiado sumisa al Gobierno" y ha añadido que el único camino parece ser la "movilización social". En Ourense se han juntado varios cientos de personas y ha habido una pequeña marcha que ha partido desde el parque de San Lázaro.
En Lugo, en la Praza da Soidade se han reunido otros cientos de personas y a esta movilización ha acudido el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, así como diferentes cargos del BNG y de Alternativa Galega de Esquerda. Estos tres partidos han estado representados en los diferentes lugares.
Nunca Máis ha argumentado que el pueblo gallego no puede quedar callado, ha avanzado un posible recurso ante el Tribunal Supremo y ha garantizado que "a todo porquiño lle chega o seu San Martiño", una expresión gallega que alude a que quien las hace las paga.