El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, cree que sería "catastrófico" una consulta y la independencia porque haría "inviable" económicamente a Cataluña, al tiempo que ha dejado en manos de Mariano Rajoy la posibilidad de una reforma constitucional, que a él no le preocuparía plantear. En una conferencia en el desayuno-coloquio 'Primera Plana' de El Periódico de Catalunya, en Barcelona, Margallo ha opinado que sería un grave error que Cataluña se separara de España, lo que podría tener consecuencias "catastróficas" para su economía.

"Ofrecer una consulta no es viable y por no viable produciría consecuencias catastróficas en términos económicos, por eso no tengo nada más que hablar", ha subrayado en diversas ocasiones el ministro de Asuntos Exteriores, que ha apuntado que esto "no es un amenaza, es una advertencia, que si usted se tira sin paracaídas... salvo milagro hay serios riesgos de estrellarse".

"No opte usted por una consulta que hace a Cataluña inviable en términos económicos, vamos a discutir de lo que es viable y posible", ha explicado García-Margallo en alusión al Govern de la Generalitat, que aboga por una consulta soberanista el 9 de noviembre. Ya en tono de broma y ante la insistencia de algunas preguntas, el ministro ha abundado: "El ofrecer una consulta que no es viable, y por no viable produciría consecuencias catastróficas en términos económicos, no es una opción razonable. Por eso yo no tengo nada más que hablar. Usted me dice que me invita a café, vale yo le invito, pero si usted me dice que además se lleva a mi mujer... hombre por lo menos tendremos que hablarlo...".

Así, Margallo ha emplazado al Govern a "discutir de lo que es viable, de lo que es posible", y se ha mostrado "absolutamente convencido de que a Cataluña le ha ido bien y le puede ir mejor" dentro de España. Más aún cuando se empiezan a sentir los efectos de la recuperación y se está produciendo "un cambio de modelo", ha dicho el ministro, que ha estado acompañado, entre otros, por la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna.

En cuanto al debate sobre una reforma de la Constitución, en la que los socialistas plantean que sea de tipo federal, el ministro ha recordado que fue diputado "constituyente" de la actual Carta Magna y, así, ha apuntado: "No me preocuparía plantear el tema de un cambio de Constitución". Acto seguido, el ministro de Asuntos Exteriores ha recordado que es el presidente del Gobierno a quien le corresponde plantear esta cuestión, "y él ya ha dicho que primero hay que decir para qué hay que reformarla, con quien y para qué se quiere reformar", ha apuntillado.