Para su construcción, el Ejecutivo autonómico sacará un concurso público para la creación y gestión en régimen de concesión, que supondrá una inversión cercana a los 230 millones de euros acometida por el sector privado y, en consecuencia, sin costes para las arcas públicas, según han detallado fuentes del Gobierno regional.
Aparte, se estima que el inicio de las operaciones para 2017 y se calcula que el aeródromo, en su primera fase, contribuirá a la crearán 6.000 empleos con un volumen inicial de 50.000 vuelos anuales mediante el traslado de la aviación ejecutiva de Barajas a partir de 2018 y la actividad que se despliega en Cuatro Vientos.
No obstante, las estimaciones del Plan Director establecen que la operatividad crezca hasta los 100.000 vuelos anuales entre 15 y 20 años, actividad que supondrá un impacto económico equivalente al 0,6 por ciento del PIB regional y 12.000 empleos.
Estas cifras que maneja la Comunidad de Madrid se sustentan en base a la actividad de otros aeródromos europeos similares como el de Farnborough, en Londres y con una actividad de 30.000 vuelos, y sobre todo el de Le Bourget, ubicado en París y que registra más de 60.000 operaciones anuales y 7.000 empleos vinculados a su actividad.
El aeródromo del Suroeste contará con dos pistas, una de 1.000 metros de longitud situada al norte para acoger los aparatos de las escuelas de vuelo y otra de 2.000 metros para los vuelos de negocio, quedando excluida la aviación comercial.
Concretamente la longitud máxima de los aparatos que operen en esta infraestructura es de 40 metros y 35 de envergadura, aunque las estimaciones manejadas indican que el 90 por ciento de los aviones no tendrán más de 20 metros.
El Gobierno regional se ha decantado por la ubicación por sus buenos accesos, por aspectos de seguridad al no sobrevolar nucleos urbanos y por el control de la contaminación acústica.