El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y los otros cinco detenidos en el llamado caso Alquería han quedado en libertad aunque siguen investigados por malversación y prevaricación por irregularidades en la contratación de personal.

El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, ha declarado a los periodistas que estaba "muy tranquilo" y que todo había "salido bien". Arropado por familiares, Rodríguez se ha detenido ante los medios de comunicación y al ser preguntado por la destitución de sus cargos orgánicos en el PSPV-PSOE y la propuesta de sustitución al frente de la Diputación, ha comentado: "Es la primera noticia, así que no lo voy a valorar".

Rodríguez ha añadido que las decisiones adoptadas por su partido son "lógicas en una situación como esta. Yo estoy tranquilo", ha agregado. Sobre su declaración, ha comentado que le ha dicho al juez que no podía "decir nada porque todo está bajo secreto de sumario" y tiene que saber primero "de qué va la causa. La acusación de una malversación de dos millones de euros es una barbaridad. Es una desproporción absoluta.

No puedo decir más". Entre empujones de cámaras y periodistas, el también alcalde de Ontinyent ha concluido: "por favor, vale ya, la situación no ha sido fácil". A continuación se ha marchado en un coche particular con sus familiares. Otro de los detenidos, Manuel Reguart, asesor de Rodríguez, ha salido nervioso de su declaración ante el juez y, entre gritos, ha afirmado: "esto es una barbaridad, es una desproporción. Estoy en libertad".

Tanto Agustina Brines, cogerente de Divalterra, como Ricard Gallego, jefe de gabinete del presidente de la Diputación, no han hecho declaraciones a su salida de la Ciudad de la Justicia y se han marchado en sendos coches particulares en compañía de sus familiares. El cogerente de Divalterra, Xavier Simón se ha limitado a afirmar que estaba en libertad sin medidas cautelares, y el letrado de Divalterra, Jorge Cuerda, se ha expresado en términos similares.