Ante hechos acontecidos tras las detenciones de altos cargos de la Generalitat, el Gobierno cierra filas en torno a la fuerzas de seguridad y acusa a Puigdemont de generar ese clima de tensión. "Es una burda mentira la afirmación que está haciendo el señor Puigdemont de que se ha producido una agresión a la Generalitat. Estoy orgulloso de la actitud que mantuvo la Guardia Civil y la Policía Nacional", ha asegurado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Por ahora, Zoido asegura que no contempla asumir las funciones de los Mossos: "Los Mossos están cumpliendo también los requerimientos que le hace la autoridad judicial. No me he planteado en ningún momento sustituir a nadie".

Por su parte, el jefe de la policía autonómica, Josep Lluís Trapero ha pedido a sus agentes en un comunicado interno que mantengan la proporcionalidad a la hora de sofocar cualquier tipo de alteración pública: "Se ha de ser especialmente restrictivo y cuidadoso con el uso de la fuerza, que habrá que limitar a aquellos casos en que se haya de garantizar la seguridad propia o de terceros".

Mientras tanto, ya han llegado tres de los cruceros al puerto de Barcelona donde se alojarán los 3.000 agentes que Interior va a desplazar a Cataluña, según los sindicatos. El gobierno ha fletado dos ferris a las empresa italiana Gran Navi Veloci y uno, de temática infantil, a Moby Lines; con una capacidad de más de dos mil personas cada uno.