8 de marzo de este año, el juez Velasco encuentra nuevas pruebas de la financiación ilegal del PP madrileño y sitúa Fundescam en el centro de la investigación. Ese mismo día, Ignacio González, plenamente consciente de que la Guardia Civil escucha sus conversaciones, habla con Esperanza Aguirre de la fundación del PP.

"No sé. Yo de esto de Fundescam la verdad es que no tengo, pero vamos, yo creo que Fundescam jamás ha 'estao' en nada de nada", afirma González. Aguirre, por su parte, responde: "Yo es que creo que como se decía de pequeño, 'frío, fío frío', oiga". A continuación, añade: "Que nos hayamos 'saltao' el límite de dinero electoral para la campaña, 'pos' puede, pero desde luego Fundescam no ha 'pagao'...".

Aguirre concede que se saltaron el límite, pero como repitió dos días después en Al Rojo Vivo, asegura no saber nada sobre ninguna financiación ilegal: "Desde luego, a mi no me consta en absoluto. No creo que haya financiación ilegal".

Pero que diga que a ella no le consta no significa que no la hubiese y no sólo en Madrid. El propio González reconoce que sabe de pagos al partido nacional en otra conversación con el exdelegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro.

"Y estos algo han pagado, porque con el paso de los años, que yo me voy haciendo más amiguete de López Madrid; de hecho, soy yo el que le meto en Bankia y tal, con todo lo que está imputado, a mi me reconoce que su suegro le daba dinero a Lapuerta (...) A mí me dice que su suegro le daba dinero a Lapuerta, aparte 'pal' partido", afirma González.

El expresidente madrileño se queja de una cacería organizada por Génova para acabar con él y sitúa su comienzo en una fuerte discusión con Mariano Rajoy: "Cuando salimos de ese comité donde yo hago esa intervención, al día siguiente publican que Rajoy me ha afectado la conducta, mi honorabilidad en el comportamiento. Yo me cojo un cabreo... y me voy a hablar con Rajoy y tengo con él una agarrada en el despacho de cojones. Y a partir de ahí es donde empieza la cacería

Existiese, o no, lo que acabó con Ignacio González no fue una cacería, sino una trama de corrupción, que según la investigación lideraba él mismo.