Uno de los grandes pelotazos urbanísticos de Santiago tenía su epicentro en la recalificación de unos terrenos pata construir pisos. La llegada del PP al gobierno de la ciudad se convierte en una fiesta para algunas promotoras. Cuando Gerardo COnde Roa se convierte en alcalde, no sólo recalifica los terrenos de la Finca do Espiño para que la empresa Layetana construya 120 viviendas.

Además, tal y como desvela una conversación intervenida por la policía, puso al frente de Urbanismo a quien le dijo dicha empresa. Quien se lo cuenta a la actual portavoz del PP gallego es el propio jefe de gabinete de Gerardo Conde Roa. Pero su sucesor en el puesto, también imputado, no quiere pensar mal. "De esa conversación no se deduce que lo colocara la empresa", afirma el actual alcalde Ángel Currás.

En esa misma conversación, 'El Puñales' reconoce que los sobornos perjudican a las arcas públicas. Rubén Cela, portavoz del BNG, cree que "es el mayor escándalo institucional de la historia de Santiago". Los pisos en la Finca do Espiño nunca se llegaron a construir porque una sentencia obligó a volver al plan inicial: un geriátrico. El hombre de Layetana, Ignacio Soto, sigue en su puesto en el concello de santiago.