Tras el éxito de las candidatutras de unidad popular el 24-M, Izquierda Unida apuesta por la misma fórmula para las generales. El objetivo, dice Garzón, es que la izquierda gane las elecciones, y abre la puerta a no encabezar esa lista del cambio. "El candidato podría no ser yo sí así lo decide la gente" ha declarado.
Garzón asume que las siglas de IU no aparezcan en la papeleta, pero añade que no van a ir en una candidatura 'paraguas' de Podemos.
Fuentes del partido de Iglesias ya han dicho que no renunciarán a su marca en la carrera por La Moncloa, argumentando que en el Congreso de Vistalegre se decidió concurrir a generales y autonómicas con las siglas de Podemos.
Fueron precisamente las discrepancias sobre la confluencia con otras fuerzas las que provocaron la fractura en dos de Izquierda Unida Madrid, que acabó presentando su propia candidata en la capital. Tras la debacle, Raquel López culpó del resultado a Alberto Garzón: "El candidato a la presidencia ha hecho campaña contra esta candidatura" declaró al valorar los resultados electorales. Izquierda Unida no obtuvo representación ni en el Ayuntamiento ni en la Asamblea de Madrid.
La dirección del partido ha decidido intervenir la federación madrileña hasta que el Consejo Político decida su disolución la semana que viene. Eso supondrá que los 5.000 militantes del partido en la región se den de baja en la formación, para después ser invitados a sumarse a la nueva IU MAdrid que controlará la dirección nacional.