La dirección del PP cree que Esperanza Aguirre intenta moverle la silla a Rajoy. Aprovechando el escándalo Bárcenas se ha convertido en la abanderada de la regeneración: "Es absolutamente imprescindible en este momento".

Pero el entorno del presidente lo tiene claro: Rajoy no hay más que uno. Sin embargo, Aguirre no pone la mano en el fuego por el presidente: "Ha empeñado su palabra, ha dicho que todo esto es falso. Si se demuestra que no es así..."

Los partidarios de Rajoy están hartos. Aguirre también guarda dardos para Ana Mato, envuelta en la polémica de los regalos de la Gürtel: "Como dimisionaria, les digo que es una cosa que habría que poner más al día".

Y es que, si Mato dimitiera, el camino hacia la presidencia del PP madrileño quedaría despejado para su delfín, Ignacio González.

En Génova empiezan a creer que, si hay un momento de debilidad, ahí está Esperanza Aguirre para aprovecharlo. Primero se vio con fuerzas para proponer un fiscal anticorrupción dentro del partido. Luego cuestionó la gestión de Cospedal del asunto Bárcenas y exigió una querella inmediata contra el extesorero: "Yo destapé la trama Gürtel".

Pero en Génova se guardan un as en la manga: recuerdan bien que Madrid fue el epicentro de la Gürtel y que Aguirre nunca se querelló contra el exconsejero López Viejo, su hombre de confianza, también imputado.  Los tambores de guerra suenan en el PP.