Diga quien lo diga y cueste lo que cueste, la socialista Susana Sumelzo se declara dispuesta a desobedecer antes de conocer la decisión, explicando: "No me voy a abstener y no facilitaré con mi voto un gobierno del PP aunque lo decida el Comité Federal".
Este gesto supondría saltarse las normas y romper la disciplina de voto, y ante tales declaraciones, el presidente de la gestora pide responsabilidad y espera que "el conjunto de miembros del Comité asuma la disciplina".
Saltarse la disciplina de voto en el Congreso acarrea una sanción económica de hasta 600 euros e incluso si se considera grave, la expulsión del grupo parlamentario.
En una entrevista Sumelzo ya asume que puede acabar su carrera política, afirmando que si la echan se qdará "siendo abogada y punto".
Sin embargo, siempre ha habido rebeldes en las filas socialistas. Antonio Gutiérrez votó en contra de la reforma del artículo 135 de la constitución, y muy sonora fue también la abstención de Odón Elorza en la votación sobre la sucesión del rey.
Desde Podemos se solidarizan con los diputados socialistas, y Bescansa explica que "todo es demasiado contradictorio". En la formación morada no tienen disciplina de voto.