Carmen López, concejala deCiudadanos en un pueblo de Sevilla, vive en Chicago. Por si esto no fuera suficientemente extraño, le ha pedido al Ayuntamiento que le pague los billetes de avión para asistir una vez al mes a los plenos. "No son viajes para ir a comer gambas, son viajes de trabajo", dice la concejala.
El Ayuntamiento censura esta petición, y también que la concejala pretenda trabajar a distancia. "Desde Chicago es imposible que pueda conocer las dificultades que tienen los vecinos del pueblo", afirma la alcaldesa de Castilleja de la Cuesta, Carmen Herrera.
Incluso su propio partido se desmarca y le insta a que deje el cargo. "Consideramos que el sentido común debe estar por encima de la legalidad en todo caso", dice el portavoz de Ciudadanos Sevilla.
De hecho, le han abierto un expediente. "Me dicen que estoy en vías de expulsión", explica Carmen López, que se resiste a dejar el cargo. Dice que los siguientes en la lista de Ciudadanos han abandonado el partido, pero no su acta y que podrían convertirse en tránsfugas. Mientras, en Castilleja de la Cuesta los vecinos se niegan a pagar los costosos billetes y a tener una concejala a distancia.