Convergència Democrática de Catalunya (CDC) se distancia de Jordi Pujol. El último paso que ha tomado la fuerza política ha sido solicitar, a través de su coordinador general Josep Rull, al que fuera expresident de la Generalitat que comparezca ante el Parlament de Cataluña para dar explicaciones acerca de la fortuna que mantenía oculta en el extranjero.
“En función de los hechos que pasen es posible que tengamos que tomar otras decisiones”, ha declarado Mercè Conesa, portavoz del grupo político.
Asimismo, le abren la puerta para que se desvinculen totalmente del partido que él mismo fundó. “Las bajas voluntarias se aceptan”, ha indicado Conesa.
Esta situación tampoco ha sido negada por Josep Rull. El secretario de Organización de Convergència participaba en los cursos de verano de la formación catalana. Un acto al que, normalmente, acudía el expresident.
Hasta este año, pues, tras confesar que durante 34 años había tenido dinero en el extranjero, ha cancelado su intervención.
De esta manera, Pujol observa, desde su retiro vacacional en Queralbs, Tarragona, cómo su partido se va alejando de él.
El expresident ya renunció a sus privilegios y a la presidencia de honor. Sin embargo, desde la dirección de Covergència dicen querer más. Incluso que devuelva la medalla de oro de Barcelona.
“La Medalla de Oro de la ciudad que a mí los socialistas, de una manera que me parece oportunistas, me piden que se la pida. Se la pediremos seguro porque, si no, la tendrá que devolver igual”, ha explicado Xavier Trias, alcalde de Barcelona.
Ni siquiera hay aplausos ni abrazos entre Pujol y Artur Mas, actual president de la Generalitat. “Para mí, el expresident Pujol es mi padre político”, señalaba Mas tras hacerse pública la confesión de Pujol.
Esta situación parece no haber sentado muy bien al entorno de Pujol, que ya califican a algunos de “traidores”.