El artífice del mayor acercamiento entre Iglesias y Sánchez celebra que al final haya mesa de negociación a cuatro. "Sería mucho más difícil que nuestra militancia apoyase un acuerdo de investidura entre PSOE y Ciudadanos, que entre las fuerzas de progreso", declara Alberto Garzón, diputado de IU-Unidad Popular.
Pero PSOE y Podemos todavía no coinciden en para qué van a reunirse. Así lo confirma Antonio Hernando, Portavoz parlamentario del PSOE: "Nosotros no vamos a ir a la reunión del próximo día a discutir de sillones, vamos a discutir de políticas".
Sobre el programa morado estudiado por los socialistas hay bastantes divergencias. "Cuestiones en las que hay una clara discrepancia entre el partido socialista y Podemos" ya que "si Podemos se empeña en imponerlas no podría haber un acuerdo", señala Hernardo.
De esta nueva mesa de diálogo, Sánchez espera sacar adelante su investidura y lo recalcaba en su cordial misiva a Garzón. Muy alejado de las intenciones de Podemos, que quiere que el PSOE se pronuncie sobre un acuerdo de Gobierno sin Ciudadanos. "Cuando uno va a una reunión tiene que ser honesto y decir abiertamente qué gobierno quiere", destaca Pablo Iglesias.
Lo cierto es que el líder socialista siempre ha contado con la formación naranja, y con ellos, las negociaciones podrían estar ultimándose. Mientras, el partido de la discordia sigue apostando por la gran coalición, un pacto donde PP y PSOE dejen de lado sus diferencias.
"Que los que ni siquiera se saludan, ni se respetan, por lo menos respeten a los españoles", indica Albert Rivera. "Que los que no han sido capaces de reformae España en 30 años, asuman que ha llegado una etapa de reformas y cambios", destaca el líder de Ciudadanos.
Y a esa posibilidad también se aferra el PP, aunque tras dos meses de desencuentros aumenta la tensión con Sánchez. "Estos son los tiempos del postureo, el año del postureo, llevamos dos meses de postureo, de postureo no se come, de lo que se come es del trabajo serio", señala el ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso.
Por delante, la semana más intensa ya que el PSOE tendrá que decidir de qué fuentes bebe, y si lo hace con Podemos les queda mucho que hablar.