La huella de carbono es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que producimos durante las actividades diarias. Es, en otras palabras, la huella que dejamos con nuestro paso en el planeta, expresada en toneladas de CO2 emitidas.

El consumo energético, los productos con los que nos alimentamos, la forma en la que compramos, o el medio de transporte que utilizamos, son algunas de las acciones diarias que generan dicho impacto medioambiental.

Tomar conciencia de cómo es nuestra huella de carbono es imprescindible para comenzar a cuidar nuestras accioneshacia un correcto desarrollo sostenible. La clave está en la regla de las tres erres: reducir el consumo, reutilizar los productos y reciclar siempre que sea posible nos ayudará a reducir la huella de carbono.

¿Cómo sabemos cuál es nuestra huella de carbono?

Durante el ciclo de vida de un producto hay que tener en cuenta cómo se consiguen las materias primas, cómo se fabrica, qué transporte se emplea para trasladarlo, el uso que se le da y su gestión una vez se convierte en residuo.

La calculadora hace un cómputo global de nuestras actividades diarias: cuánto consume nuestro vehículo y cuántos kilómetros recorremos, si comemos carne o muchos productos envasados, si reciclamos, entre otros parámetros.