Dentro de un coche blindado, con mascarilla, y con las ventanillas cerradas. Así ha sido el paseo de Donald Trump fuera del hospital, cuyo único propósito ha sido el de saludar por sorpresa a los simpatizantes que se encuentran fuera del centro hospitalario para animarlo.

Para uno de los responsables médicos del hospital donde está ingresado el mandatario es un irresponsabilidad escandalosa. Así lo ha denunciado a través de su cuenta persona de Twitter: "El vehículo del presidente no solo está blindado, sino que está sellado herméticamente contra ataques químicos. El riesgo de transmisión de COVID-19 es el más alto posible a excepción de procesos médicos. La irresponsabilidad es escandalosa. Lo siento por los agentes del Servicio Secreto que se vieron forzados a participar".

Con esta acción Trump ha puesto en peligro a los dos miembros del servicio secreto que lo han acompañado, dice, y ha tachado el gesto de propagandístico. "Todas las personas que se subieron al vehículo ahora tienen que estar en cuarentena durante 14 días. Pueden enfermar. Pueden morir. Por un teatro político. Esto es una locura", ha añadido el sanitario.

Pero los seguidores del presidente estadounidense sí se mostraron agradecidos por el gesto. "¡Es el presidente. Oh, dios mío, te quiero!" o "¡Que Dios bendiga a nuestro presidente. Yo moriría por él!", son algunas de las muestras de cariño que le han dedicado.

Poco antes, Trump aseguraba que contagiarsele ha servido para comprender mejor la enfermedad: "He aprendido mucho sobre el COVID-19. Lo he aprendido yendo a la verdadera escuela. Esta es la verdadera escuela. Lo he entendido y es muy interesante", ha asegurado.

Pero viendo su comportamiento parece que no lo ha entendido del todo. Un enfermo de coronavirus como él debe estar en aislamiento. A esto se suma que se ha metido en un coche sellado herméticamente contra ataques químicos, uno de los peores lugares posibles, porque aquí el riesgo de transmisión, tal y como ha indicado el médico que ha mostrado indignación, es mucho más alto.

Lo que se sabe del estado de Trump

Tras un fin de semana de informaciones contradictorias entre el equipo médico y el gabinete del presidente, no sabemos si Trump tiene o no neumonía, sí ha tenido fiebre y ha necesitado oxígeno en dos ocasiones. Esto lo ha confirmado su médico a regañadientes.

Lo que no parece estar en entredicho, por ahora, es el traspaso de poderes ya que Trump seguirá al mando. Y dato relevante: según una encuesta, dos de cada tres estadounidenses creen que Trump no se habría contagiado si se hubiese tomado en serio la enfermedad.