Moscú avisa a la Unión Europea: su misión de entrenamientode militares ucranianos convierte a los Veintisiete en "parte del conflicto". Es la advertencia que este jueves ha lanzado a Bruselas la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova.

"Para esto se destinan casi 107 millones de euros. Este paso se suma al suministro de armas letales al régimen de Kiev y eleva cualitativamente la involucración de la UE, convirtiéndola en parte del conflicto", ha aseverado en su rueda de prensa semanal.

La diplomática rusa se ha referido en estos términos a la aprobación, el pasado día 17 de octubre, por los ministros de Exteriores de la UE de una misión de asistencia militar para el entrenamiento de unos 15.000 soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania durante dos años en territorio comunitario.

Zajarova ha incidido durante su comparecencia en que Occidente ha decidido continuar su ayuda militar a Ucrania, "aumentar su potencial de defensa antiaérea y, como antes, continúa atiborrándola de armas y preparándola para una guerra prolongada". "El que esto inevitablemente conduzca al aumento del número de víctimas no preocupa desde luego a Occidente, ese es uno de sus objetivos", ha acusado.

Asimismo, la portavoz ha instado a Portugal a no entregar a Kiev los helicópteros antiincendios comprados a Rusia, ya que no puede traspasarlos sin el consentimiento ruso. "Esta obligación es de carácter indefinido. Rusia no ha dado su consentimiento a esa entrega, más aún cuando Lisboa traspasa helicópteros a Ucrania no para luchar contra incendios", ha advertido.

Zajarova asimismo ha reprochado que desde el comienzo de la "operación militar especial" -como el Kremlin denomina su invasión de Ucrania- los países de la OTAN han suministrado a Kiev no menos de 300 tanques, 130 carros de infantería, 400 transportes blindados, 700 piezas de artillería, además de todo tipo de proyectiles y de pertrechos.

"Y después de todo esto los regímenes de los países de la UE piden a sus ciudadanos que se bañen menos, que se procuren calefacción por su cuenta, porque ahora no pueden garantizarles confort. Sabemos en qué gastan el dinero y ahora lo saben los ciudadanos de los países de la UE", ha sentenciado.