Los equipos internacionales recuperan a duras penas los cuerpos de las víctimas que siguen esparcidos en la zona del avión derribado en Ucrania. La OSCE apenas tiene margen de maniobra para poder establecer un perímetro seguro ya que se encuentran rodeados por milicianos prorrusos. Ucrania ha acusado directamente a los rebeldes de manipular pruebas y sacar cuerpos sin permiso y su presidente Poroshenko ha pedido que los rebeldes prorrusos sean considerados terroristas. Mientras, Merkel y Putin se han puesto de acuerdo para abrir una comisión de investigación internacional independiente.
Rebeldes prorrusos ‘supervisan’ la investigación del avión derribado