Los principales candidatos republicanos a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y Ron DeSantis, han prometido intensificar su cruzada en la guerra cultural que libran en el país norteamericano, animados por los últimos fallos del Tribunal Supremo que suponen un recorte de derechos de las minorías y el colectivo LGTBI.

Trump ha ido más lejos al anunciar que si es elegido presidente "aplicará de forma vigorosa" la decisión del jueves del Supremo, que respaldó eliminar la discriminación positiva por motivos raciales en las admisiones a las universidades, y que no se quedará ahí. "Acabaré con todos los programas de diversidad, igualdad e inclusión en el Gobierno federal", clamó el exmandatario.

Los conservadores en EEUU se han apuntado varias victorias esta semana con los fallos del Supremo, que el viernes respaldó a los negocios que no quieran atender a clientes LGTBI y terminó con uno de los programas estrellas del presidente Joe Biden: la cancelación de la deuda estudiantil.

Ello, un año después de que el Supremo eliminara la protección federal del aborto, revocando la histórica sentencia de 1973 'Roe vs. Wade' por la que se reconoció este derecho en EEUU. Una serie de fallos que han salido adelante, precisamente, gracias a la mayoría conservadora de jueces en la máxima instancia judicial de EEUU, que fue apuntalada por Trump durante su mandato.

En su discurso, pronunciado durante una convención de la organización ultraconservadora 'Moms For Liberty' en Filadelfia, el expresidente hizo su propia lectura sobre la situación actual del país: una guerra cultural entre el "comunismo" -como suele referirse a todo lo que representan y defienden los demócratas- y los valores tradicionales de su partido.

"Nuestra amada nación se tambalea al borde de la tiranía, nuestros enemigos están librando una guerra contra la libertad y la fe (...) la democracia, la familia, los niños y Estados Unidos mismo. Quieren destruir nuestro país", auguró Trump, que suele recurrir a estos argumentos para atacar a los progresistas.

Trump fue el encargado de cerrar esta jornada de la convención de 'Moms For Liberty', una organización calificada como "extremista" y acusada de promover una agenda contraria a la inclusión estudiantil por parte del Southern Poverty Law Center, una ONG de defensa de los derechos civiles conocida por sus victorias legales contra grupos segregacionistas racistas y supremacistas blancos.

De hecho, numerosos manifestantes se congregaron el viernes a las puertas del hotel de Filadelfia donde se celebra el evento para denunciar, entre otras cosas, que "Moms For Liberty" es hostil con las minorías y ha acosado a funcionarios escolares locales.