Desmond Meade es un exconvicto y, como tal, había perdido el derecho a voto de por vida en Florida. Era el castigo que imponía el estado a quienes habían ido a prisión. Grupos de base y asociaciones de la sociedad civil consiguieron cambiarlo con una consulta popular en 2018.

"Hicimos un campaña masiva y ganamos. Ganamos un cambio para que esas personas que tienen antecedentes puedan votar... Y después el partido republicano hizo todo lo posible para limitar el número de personas que se iba a beneficiar", nos cuenta Andrea Mercado, Directora Ejecutiva de Nueva Mayoría para Florida.

Los dirigentes de Florida, republicanos, aprobaron una ley de condiciona el derecho a voto de los exconvictos a que hayan pagado todas sus deudas -económicas- con la justicia.

Roger Senserrich, analista de 'Politikon', nos cuenta que tienen que pagar todas las multas, las costas judiciales y todas las tasas por encarcelamiento que tiene acumuladas con el estado. Sí, en Florida tienes que pagar por estar en la cárcel: "Puedes salir y tener una deuda de decenas de miles de dólares".

Una deuda muy difícil, casi imposible de afrontar para la mayoría de exconvictos. Ni siquiera es fácil saber a cuánto asciende la factura porque no hay un registro centralizado.

"Nadie debería tener que elegir entre poner comida encima de la mesa y votar"

"Sales de la cárcel y no tienes ni idea de cuánto debes. Puedes deber al condado, puedes deber a la ciudad, puedes deber al estado... Si intentas registrarte cuando no has pagado todo, estás cometiendo un delito", añade Senserrich.

Un delito que puede llevarte de vuelta a la cárcel. Por eso, personas como Clifford Tyson no van a poder votar: "Si no puedo votar, me comprometo a hacer que 10 personas vayan a votar en mi nombre".

Desmond Meade, que sí pudo pagar sus deudas, ha querido ayudarles. "Nadie debería tener que elegir entre poner comida en la mesa de sus hijos y poder votar", asegura.

Con su organización, ha recaudado fondos para pagar esas deudas. Han conseguido registrar a unas 30.000 personas, su granito de arena. Se calcula que 770.000 expresos tienen deudas con el estado, personas que seguirán sin poder votar.