"Lamentablemente, esta cifra es probablemente una subestimación del número de víctimas. La cifra real de muertos podría ser mucho más elevada", ha afirmado en un comunicado la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
El organismo ha realizado un estudio estadístico sobre los datos aportados por ocho fuentes distintas y, tras verificar minuciosamente la identidad de las víctimas, se ha podido establecer una lista de 92.901 casos documentados de personas que han muerto en Siria desde marzo del 2011 a abril del 2013.
La cifra de fallecidos se ha realizado combinando una lista de 263.055 muertos señalados y que han podido ser identificados de forma completa, con los nombres de las víctimas así como con las fechas y los lugares donde fallecieron. Pero además, la Alta Comisionada recuerda que "existe una alta probabilidad" que un número significativo de decesos no hayan sido documentados por ninguna de las ocho fuentes.
Este estudio es una actualización de otro realizado previamente y que en noviembre del 2012 estableció el número de muertos por el conflicto en Siria en 60.000. Si en el verano boreal de 2011 el número de muertos medio por mes era de un millar, desde julio del 2012 la media se ha incrementado a 5.000 por mes, reflejo del deterioro del conflicto durante el pasado año.
Desde noviembre del 2012, los mayores aumentos se registraron en la periferia de Damasco y Alepo, con 6.200 y 4.800 nuevos decesos documentados, respectivamente. Alrededor de 82,6 por ciento de los casos documentados fueron hombres y el 7,6 por ciento mujeres.
"También ha habido casos bien identificados de niños torturados y ejecutados, pero también familias enteras, incluidos bebés masacrados", alertó la Alta Comisionada. Dicho esto, la Alta Comisionada pidió "un cese el fuego inmediato" y para ello solicitó colaboración a terceros países con influencia.