El cómputo de amenazas o insultos, principalmente a través de las redes sociales, contra políticos alemanes defensores de la acogida de refugiados superó los 200 casos en lo que va de año, según la Policía Federal de lo Criminal, la BKA.
Según los datos difundidos por este departamento, hasta finales de junio se habían registrado 202 denuncias por este tipo de delitos dirigidos a políticos o funcionarios públicos relacionados con la política de asilo y refugiados.
La mayoría de esos casos consistían en insultos y amenazas, así como daños materiales y no hay una comparativa respecto a otros años anteriores, puesto que esta estadística empezó a hacerse este mismo 2016.
Los destinatarios de estas amenazas son principalmente políticos opositores, como la vicepresidenta del Bundestag, el Parlamento alemán, Petra Pau, miembro del grupo La Izquierda. También han sido acosados alcaldes de pequeños municipios, en los que ha habido ataques e incendios contra instalaciones destinadas a albergar a estos colectivos.
Entre las filas gubernamentales, el caso más relevante fue el del ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, objeto sistemático de amenazas, una de ellas una bala de 9 milímetros que encontró en el buzón de su casa.
Desde la BKA se coordinaron esta semana unos 60 registros domiciliarios en 14 de los 16 estados federados del país en busca de mensajes de odio en la red, no sólo contra políticos sino también contra la ciudadanía.
Tanto el ministro de Interior, Thomas de Maizière, como el de Justicia, Maas, informaron de este operativo y advirtieron de que las leyes y el derecho penal contra el acoso y la difamación también son válidos en internet.
El objetivo prioritario de los registros era un grupo de Facebook a través del cual se difundieron durante meses mensajes que glorificaban el nacionalsocialismo e incitaban al odio racial.
Algunos estados federados han abierto portales a través de los cuales se pueden presentar, de forma anónima, denuncias contra este tipo de agresiones.