27 millones de euros al año. Es la desorbitada cifra que cuesta a Francia el despiste o la dejadez de no anular la cita médica a la que los pacientes no pueden acudir. Y para obligarles a hacerlo, se está planteando sancionar con cinco euros a todos aquellos que no vayan a ir y no la cancelen con una antelación de mínimo veinticuatro horas.

Gabriel Attal, primer ministro galo, va a lanzar la propuesta al Parlamento galo y, de aprobarlo, las multas empezarían a cobrarse a partir de 2025 a través de la tarjeta sanitaria de los ciudadanos, que previamente habrían estado a facilitar sus datos. Cree Attal que es una forma de responsabilizar a los pacientes, y concienciarles para hacer un uso responsable de los recursos públicos y del sistema sanitario.

La ministra de Sanidad no apuesta por ello

Cuando salimos a preguntar a los usuarios en España, muchos se muestran a favor de esta medida. "Me parece perfecto. Igual que llamas para pedir cita, llamas para cancelarla", dicen desde Barcelona. En Valencia: "Si nos tocan el bolsillo, verás cómo espabilan". Pero también encontramos los que pagar una multa por no anular es algo "excesivo". Entre a los que no convence está la propia ministra de Sanidad, Mónica García. Ella, asegura, confía más en una concienciación a través de la educación y la empatía del paciente, para que haga un uso responsable de nuestra sanidad pública: "No acabo de confiar mucho en los modelos impositivos de 'si no vas, te castigo'".

Aunque en la calle la mayoría asegura llamar para anular una citación médica, lo cierto es que se estima que anualmente se pierden unos 11 millones de huecos médicos al año. "Hay entre un 8 y un 10% de citas a las que los pacientes no acuden", apunta Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz. Aunque apuntan que el hecho de que el paciente sea responsable y cancele las citas no solucionaría el problema de las largas listas de espera en la sanidad pública española (y sí el aumento de personal y recursos), podría ayudar porque, al fin y al cabo, el hueco podría ser aprovechado por otra persona que lo necesite.

Según el último Barómetro Sanitario del Ministerio de Sanidad, el tiempo medio de espera para conseguir una cita en Atención Primaria en España ronda los nueve días.