"Mi memoria está bien". Así se ha defendido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ante las alusiones a su mala memoria en el informe del fiscal especial Robert Hur, que este jueves concluyó que el mandatario retuvo y reveló documentos confidenciales tras su etapa como vicepresidente, pero decidió no presentar cargos.

El informe, no obstante, señalaba que Biden mostró una "memoria significativamente limitada" durante los interrogatorios y le describe como "un hombre mayor con buenas intenciones y mala memoria". Unas alusiones a las que el propio mandatario demócrata, que busca la reelección a sus 81 años, ha respondido con cierto enfado en rueda de prensa. "Tengo buenas intenciones y soy un hombre mayor y sé qué demonios estoy haciendo", ha aseverado.

Biden se ha mostrado especialmente molesto por una de las alusiones del fiscal especial, que recogió en su informe que el presidente tenía dificultades incluso para recordar cuándo murió su hijo Beau, fallecido por un cáncer en 2015. "¿Cómo demonios se atreve?", ha espetado al respecto. "Francamente, cuando se me hizo esa pregunta me dije a mí mismo: no es su maldito asunto", ha añadido. "No necesito que nadie me recuerde cuándo murió", ha zanjado.

Especialmente enfadado se ha mostrado Biden con un periodista de 'Fox', ante cuyas preguntas sobre su memoria, ha espetado con ironía: "Mi memoria es tan mala que te he dejado hablar". "Mi memoria está bien, echen un vistazo a lo que he hecho desde que soy presidente", ha insistido. Poco después, sin embargo, el mandatario demócrata ha confundido al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el de Egipto, Abdelfatah al Sisi.

Nuevo lapsus de Biden

No es su primer lapsus, ya que esta misma semana Biden quiso referirse a la excanciller alemana Angela Merkel y la confundió con el difunto Helmut Kohl. Una confusión que se sumaba a otra del pasado domingo, cuando aludió a un encuentro con François Miterrand -fallecido en 1996-, cuando quería referirse al actual presidente francés, Emmanuel Macron.

Precisamente, la edad de Biden ha sido motivo recurrente de debate en Estados Unidos de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, toda vez que si obtuviese un segundo mandato teóricamente estaría en la Casa Blanca hasta los 86. Su principal rival, Donald Trump, se ha mofado de esta veteranía, pese a que él tiene 77 años.

El propio Trump también ha protagonizado en los últimos meses bailes de nombres, como cuando confundió en noviembre al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Más recientemente, en enero, dijo que su rival en las primarias republicanas, Nikki Haley, estaba al cargo de la seguridad en el Congreso durante el asalto al Capitolio, cuando en realidad quería referirse a la demócrata Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes.

Los documentos de Biden

Biden ha sido objeto de investigación desde que hace un año se hallaron en su domicilio de Delaware y en una oficina privada documentos clasificados de su época de vicepresidente con Barack Obama. Sus abogados encontraron los documentos a finales de 2022 y fueron entregados inmediatamente a los Archivos Nacionales, el organismo que tiene que resguardarlos, tras lo cual el Departamento de Justicia abrió una investigación.

"Nuestra investigación descubrió pruebas de que el presidente Biden retuvo y divulgó voluntariamente material clasificado después de su vicepresidencia, cuando era un ciudadano privado", concluye el informe del fiscal especial.

Sin embargo, en su comparecencia de este jueves, Biden ha insistido en su inocencia: "No infringí la ley. Y punto", ha zanjado. "Asumo la responsabilidad por no haber revisado exactamente lo que mi personal estaba haciendo. Entraban y salían. Algunas cosas aparecieron en mi garaje, otras salieron...", ha reconocido no obstante.

Hur esgrimía en su informe que procesar a Biden por este caso era "injustificado según nuestra consideración de los factores agravantes y atenuantes" y detalló que las pruebas "no establecen la culpabilidad" del presidente "más allá de toda duda razonable". En ese punto, el fiscal hacía hincapié en la "memoria" del presidente, revelando incluso que no recordó las fechas en las que ocupó la vicepresidencia y que tuvo dificultades para recordar la fecha de la muerte de su hijo.

Trump, a su vez, también fue investigado por llevarse documentos confidenciales de la Casa Blanca, que fueron encontrados en su mansión de Florida. Por estos hechos ha sido imputado con 40 cargos, ya que durante meses se negó a entregarlos y el FBI tuvo que recuperarlos en una redada.