Jamima Peláez, fundadora de 'Aprende en el semáforo', sale de casa cada mañana con una idea clara en la cabeza: "Un niño tiene que estar en la escuela soñando y pensando en qué quiere ser de mayor". Por eso, esta profesora mexicana da clases en los semáforos a los pequeños que no van a al cole.

"No sé en qué momento vimos que era algo normal ver a niños trabajando en un semáforo, pero no lo es", afirma. Y es que cuatro millones de niños en México no van al colegio y más de 600.000 están en riesgo de abandonarla. Sus padres les ponen a trabajar porque no tienen recursos.

Jamima Peláez cuenta que hay "niños desde tres años, que acompañan a las madres, hasta niños de 11 años que limpian parabrisas". Se trata de una realidad que es cada vez más habitual por culpa de la pandemia. "Antes se veía una familia en varios semáforos, pero ahora en cada esquina hay una", lamenta la maestra.

Más de tres millones de menores mexicanos trabajan

Cerca del 50% de los menores mexicanos están en situación de pobreza y más de tres millones trabajan. Por este motivo, Jamima puso en marcha este proyecto que crece gracias a los que confían en ella. En este sentido, la mujer indica que han recibido "donaciones de Estados Unidos, Canadá y Alemania", que le permiten, por ejemplo, comprar mascarillas y, así, seguir despertando la ilusión de estos pequeños obligados a crecer demasiado rápido.