La ministra de Educación Secundaria y para Adultos sueca, Aida Hadzialic, ha anunciado su dimisión tras haber dado positivo en un control de alcoholemia.

Hadzialic ha revelado en una comparecencia que fue sometida a un control en Malmoe cuando volvía en coche de un concierto en Copenhague y que la prueba arrojó como resultado 0,2 miligramos de alcohol en sangre, la cantidad mínima que en Suecia se considera delito.

"Decidí coger el coche a Malmoe creyendo por supuesto que ya no estaba bajo los efectos del alcohol", ha declarado en rueda de prensa Hadzialic, después de amitir que había bebido vino horas antes de ser parada en un control rutinario por la policía, que le puso una multa y denunció el caso a las autoridades.

Hadzialic ha lamentado haber "decepcionado" a mucha gente y dijo estar "furiosa consigo misma", además de "profundamente arrepentida". El primer ministro sueco, Stefan Löfven, ha lamentado "perder a una apreciada y exitosa colega". A partir de ahora, la titular de Educación Superior asumirá sus competencias.