Con un gran espectáculo de fuegos artificiales y la llegada del papá noel eslavo, los rusos han dado la bienvenida al 2013, pero desde el 30 de diciembre en el país se viven los denominados 10 días del horror. 10 días de vacaciones en los que la actividad se paraliza por completo y se consume alcohol durante 24 horas. La tasa de muertes por intoxicación etílica se dispara. El jefe de Inspección de salud ruso afirma que la matoría de los ciudadanos " se descontrola y es en ese momento en el que no existe mayor enemigo que nosostros mismos".
Cuando se gastan el dinero, llegan los problemas en forma de saqueos y una avalancha de casos de violencia doméstica.La violencia más extrema se desata en Rusia durante el periodo vacacional. Bajo los efectos del vodka y el licor, pequeños rifirrafes acaban en brutales palizas. Incluso bandas juveniles se citan en la nieve para luchar cuerpo a cuerpo hasta caer al suelo conmocionados. Solamente la policia y los bomberos trabajan durante los 10 días del horror. Y no dan abasto porque los accidentes se multiplican, sobre todo en la carretera.
No se publican periódicos y tiendas y fábricas echan el cierre. La economía de Rusia sufre un durísimo revés que los expertos han cifrado en pérdidas de 25 mil millones de euros. Por eso, cada vez más crecen las voces pidiendo que se supriman estas vacaciones o al menos se trasladen a otra época del año.
EL PAÍS SE PARALIZA DURANTE LAS VACACIONES