El buque de bandera panameña Ever Given ha sido "reflotado parcialmente" este lunes tras seis días varado en el canal de Suez, lo que provocó la suspensión de uno de los pasos marítimos más importantes del mundo. La circulación, tal y como ha informado la Autoridad del Canal de Suez (SCA), se ha retomado.

Según un comunicado al que ha tenido acceso Reuters, el Ever Given ha sido totalmente reflotado y se ha reanudado el tráfico fluvial. Varios testigos habían visto el carguero moverse y la televisión egipcia había mostrado imágenes del barco en el centro del canal y en dirección al Gran Lago Amargo, donde será sometido a una revisión.

La Autoridad ha sido la encargada de reflotar el portacontenedores. Concretamente, el carguero ha sido desencallado tras el éxito de las maniobras de arrastre y, como detallaba el presidente del SCA a primera hora, la posición del barco "se ha modificado en un 80%", alejando la popa más de cien metros de la orilla.

Para efectuar la maniobra, se ha requerido la ayuda de 10 remolcadores gigantes, que han operado desde cuatro direcciones diferentes. De acuerdo con las autoridades, se desconoce cuándo se liberará el barco por completo, pero estas se han mostrado optimistas por la luna llena y la subida de las mareas, que permitirían desencallar esta gigantesca desembarcación de 400 metros de eslora.

El 10% del comercio marítimo mundial, bloqueado

La naviera Maersk, la principal operante en el canal de Suez, señaló el domingo que, una vez liberado el paso, se requerirán entre tres y seis días para deshacer el gran atasco que se ha generado en esta vía, que supone la ruta marítima más corta entre Asia y Europa y por la que transita más del 10 % del comercio marítimo mundial y el 25 % de los contenedores de mercancías.

El puerto jordano de Aqaba, en el mar Rojo, ya ha preparado un plan de contingencia de cara a la llegada de muchos barcos cuando el canal de Suez sea finalmente desbloqueado.

Por el canal de Suez pasa gran parte del petróleo procedente del golfo Pérsico rumbo a Europa y otros países del Mediterráneo y, en menor medida, a Estados Unidos y otras partes del mundo. Asimismo es la puerta de entrada a Europa de muchas mercancías desde Asia, como componentes electrónicos y para automóviles.

El barco quedó encallado el pasado martes 23 de marzo. Desde entonces, ha causado un atasco sin precedentes, provocando el desvío de más de 200 navíos y la parálisis de bienes por valor de 9.500 millones de euros diarios.